Seguramente te habrás planteado alguna vez hacer el camino de Santiago. Como sabrás, todos los caminos conducen a Roma (en este caso a Santiago) y elegir cuál seguir no es tarea fácil.
¿Qué Camino elegir? El más indicado para empezar es el camino francés, por la gran cantidad de albergues, monumentos, alojamientos y servicios de los que dispones a lo largo del recorrido, así como por la poca distancia entre las poblaciones. Se trata de un camino muy bien señalizado y altamente transitado. Pero existen otros caminos muy interesantes aunque menos conocidos como el camino inglés, el del norte, la ruta de la plata, etc.
Pero si te has decidido por el camino francés, ¿desde dónde debes salir ? Hay dos opciones : Roncesvalles o Saint Jean Pied de Port. La etapa de Saint Jean a Roncesvalles es la más dura de todas, más que por la distancia por el fuerte desnivel, superior a los mil metros. Así pues, si vamos justos de fuerzas es mejor salir desde Roncesvalles y hacer etapas suaves los primeros días. Si tenemos ocasión, vale la pena empezar desde el precioso pueblo del País Vasco francés y recorrer la espectacular etapa que cruza los Pirineos.
Pero no debes olvidar lo fundamental: antes de escoger una ruta u otra, debemos ser conscientes de nuestra forma física. Para estar preparados debemos entrenar antes, y hacer alguna ruta o excursión por alguna zona de montaña que conozcamos bien siempre que sea posible. Si podemos utilizar el calzado con el que haremos el camino, mejor que mejor.
Otra de las dudas recurrentes es el peso de la mochila. ¿Cuál es el ideal? Lo que llevemos en la mochila debe ser el mínimo posible, intentando que no supere el 10% de nuestro peso. En ningún caso debe exceder los 10 kilos, incluyendo el peso del agua. Además debemos colocar bien nuestras pertenencias, con lo más pesado en la parte inferior y próximo a la espalda. Es conveniente tener a mano lo que utilicemos más a menudo.
Y cuando hacemos el camino, ¿qué debemos comer? El gasto energético es muy superior al de la vida cotidiana y es necesario compensar esta pérdida con una buena alimentación. Lo más aconsejable es empezar el día con un buen desayuno, a lo largo de la etapa tomar alimentos ligeros y energéticos, y luego comer al final de día, una vez acabada la etapa y más descansados.
Cuando vayamos andando, si transitamos por carreteras, es fundamental estar atentos a los posibles peligros de la carretera. Siempre que se pueda debemos andar por la izquierda para tener a la vista los coches que circulan más cerca de nosotros, y hacerlo cuanto más alejados de la calzada mejor. Mucha precaución al cruzar una carretera y no olvidarnos que el peso de la mochila y el cansancio retardan nuestros movimientos. Además debemos evitar andar de noche. Si es imprescindible, debemos llevar ropa reflectante para que los automovilistas nos vean.
¿Y qué pasa con el tiempo? Si llueve durante el camino (que es muy probable), secar la ropa puede ser un inconveniente. Si tus botas han quedado empapadas por la lluvia, un pequeño truco para secar las botas por dentro es poner varias hojas arrugadas de periódico bien apretadas. Al cabo de unas tres o cuatro horas las sacamos y ponemos otras. Con dos o tres veces que repitamos esta operación será suficiente para que el papel absorba toda el agua y las botas nos queden bien secas.
¡Y recuerda! La credencial no caduca, así que si no tienes tiempo o no te ves con fuerzas, puedes ir realizando el camino por etapas en años o meses distintos.
Estos consejos podrán ayudarte a hacer el camino más seguro y divertido.Sin duda esta es una de las mejores formas de pasar nuestras vacaciones, disfrutando de paisajes increíbles, experiencias inolvidables y conociendo a personas que dejarán huella en tu memoria.
¡Buen camino!
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