Según la última modificación del Reglamento General de Circulación (de 2003), los cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil homologados deberán incorporar determinadas mejoras técnicas a partir del 1 de octubre de 2015.
¿Cómo afecta este cambio en la normativa? Pues entre otras cosas establece la obligación de que el sistema de retención infantil se instale de acuerdo a las instrucciones del fabricante a través de un manual, folleto o publicación electrónica, explicativos sobre un uso seguro.
En este sentido se determina una nueva clasificación de los sistemas de retención infantil (“i-Size”), en base a la altura del usuario en vez de por su edad o peso, que proporcionan las siguientes mejoras en seguridad:
- Mayor protección para bebés y niños pequeños por la obligatoriedad de instalar la silla en sentido contrario a la marcha hasta los 15 meses.
- Se requiere el uso del sistema de anclaje Isofix y se unifican criterios de compatibilidad entre fabricantes de automóviles y de sillas de seguridad infantil.
Asimismo, se refuerza la protección de los niños de estatura igual o inferior a 135 centímetros cuando viajen en un vehículo de hasta nueve plazas, incluido el conductor, al establecer la obligación de que ocupen los asientos traseros, admitiendo como únicas excepciones que el vehículo no disponga de asientos traseros, que éstos ya se encuentren ocupados por menores de edad en sus mismas condiciones, o que no sea posible la instalación en los asientos traseros de todos los sistemas de retención. En este último caso deberán utilizar un sistema de retención homologado adaptado a su talla y peso.
En caso de que ocupen los asientos delanteros y el vehículo disponga de airbag frontal, únicamente podrán utilizar sistemas de retención orientados hacia atrás si el airbag ha sido desactivado.
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