Monday, January 18, 2016

Consejos para emprendedores


Materializar esa idea de negocio que no para de rondarnos por la cabeza y tomar la iniciativa de emprender un proyecto empresarial por nuestra cuenta, solos o como parte de un equipo de trabajo, supone una de las decisiones más enriquecedoras que se pueden llevar a cabo a lo largo de nuestra trayectoria profesional.
Aunque esta decisión implica la asunción de toda una serie de riesgos, económicos y personales, asociados a la evolución de este nuevo negocio, también nos otorgará la posibilidad de ser nosotros mismos los que tengamos las riendas de nuestro destino’, con todos los pros y los contras que esto supone.
Nosotros queremos ofrecerte un conjunto de consejos que te sirvan para reflexionar en relación a tu iniciativa emprendedora, con el objetivo de identificar los puntos débiles de tu proyecto, pulir tu idea inicial y anticiparte, de este modo, a la influencia de estos elementos sobre tu futuro profesional. Estas son nuestras recomendaciones:
Dedícate a aquello que te apasiona. Emprender un nuevo proyecto de forma autónoma significa adquirir la plena responsabilidad de su evolución y futuro, por lo que no tendrás horarios, sino que, en cierta medida, te convertirás en emprendedor prácticamente ’24 horas al día’.
Por ello, será preferible que te dediques a un sector de actividad relacionado con aquello que te entusiasme y te divierta, ya que esto hará más fácil tu camino hacia el éxito.
Analiza detenidamente tu mercado de actuación e identifica oportunidades de negocio. Es esencial que estés atento en todo momento a la evolución, tendencias y posibles avances del mercadoen el que desarrollas tu actividad empresarial, con objeto de detectar aquellas oportunidades que se puedan presentar y poder anticiparte, de este modo, a tus competidores.
En este sentido, actúa con la mayor objetividad posible, ya que no se trata de comercializar aquello que te guste a ti, sino de establecer hacia donde evolucionan los gustos y preferencias de tu público objetivo.
Saca partido a tus ventajas competitivas, descubre qué haces mejor que los demás y exprime todo lo que puedas esos elementos, ya que serán los que te definan en la mente de tus consumidores actuales y potenciales y, por consiguiente, te diferencien del resto de la oferta existente en el mercado.
En la medida en que seas considerado como experto en un ámbito profesional, y sepas mantener esa consideración, conseguirás hacerte un hueco en tu mercado de referencia.
Para defender esta posición es fundamental que innoves cada día, evaluando qué procesos y mejoras puedes introducir para incrementar el valor añadido que aportas a tus clientes.
La base de tu éxito se basará en una correcta planificación de tu negocio. Si no sabemos a dónde queremos llegar no podremos identificar en qué medida nos estamos desviando de nuestro objetivo y, en consecuencia, tomar las correspondientes medidas correctivas.
Este aspecto no significa intentar tener todo en cuenta, ya que es imposible, sino simplemente establecer una guía para la toma de tus decisiones estratégicas y operativas.
Actúa con humildad, pero mantén intactas tus ambiciones; la trayectoria de un proceso emprendedor se basa en afrontar un desafío paso a paso, especializándote en aquello en lo que aportas valor añadido, para posteriormente ir creciendo e incrementando tu radio de actuación comercial hacia nuevos productos y servicios, perfiles de clientes o, incluso, mercados.
En este sentido, no tengas miedo a cometer errores, ya que lo realmente importante es aprender de ellos y sacar una lectura constructiva y positiva para el futuro.
No dejes nunca de aprender y formarte profesionalmente; en una sociedad tan vertiginosa y cambiante como la actual, es tremendamente necesario formarse continuamente tanto a través de cursos, seminarios o congresos como de una forma autodidacta, sobre todo, en aquellos ámbitos relacionados con tu sector de actividad, la gestión de negocios y las Nuevas Tecnologías.
Rodéate del mejor equipo posible;selecciona a aquellas personas que aportan valor a tu negocio, prestando especial atención a aquellas que son expertas en los campos que tú no dominas, tanto para ejercer de colaboradores o socios como en todo aquello que se refiere a la externalización de servicios. 

Realiza un acertado análisis de tus riesgos. Una vez sepas a qué riesgos te estás enfrentando podrás decidir cuáles de ellos vale la pena asumir y cuáles no. Para eso precisamente están los seguros, para ayudarte a sacar adelante tu sueño protegiéndote frente a los riesgos.

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