Llega el verano, el calor, el sol…y, con él, la necesidad imperiosa de tener a mano las gafas de sol. Seguro que estás pensando en comprarte las flamantes gafas nuevas que has visto por Internet, pero… ¿sabes si realmente son adecuadas?
Es importante, antes de decidirnos por unas gafas de sol en concreto, que analicemos bien sus características y lo que más nos conviene. La calidad de unas gafas de sol se mide por dos elementos clave:
- El tinte que oscurece la lente ofreciendo protección frente a la luz directa
- El filtro frente a los rayos UV que absorbe y neutraliza la radiación invisible
Respecto al filtro de protección, es importante saber que no está presente en todas las gafas de sol, y que puede ser el origen de posibles problemas oculares, como quemaduras superficiales en la córnea o cataratas, entre otras. Además puede derivar una degeneración macular asociada a la edad, la mayor causa de ceguera en mayores de 60 años en países occidentales.
Utilizar gafas de sol con tinte pero sin filtro hace que la pupila se dilate sin ninguna barrera a la radiación dañina, que penetra directamente al interior de nuestros ojos. Por tanto, si las gafas de sol que vamos a usar no tienen filtro, es preferible no usarlas, ya que recibiremos menos radiación directa con nuestro propio mecanismo de protección natural.
Recuerda comprar siempre gafas de sol con tinte, con filtro frente a los rayos UV y en establecimientos que ofrezcan las máximas garantías. ¡Con tu salud no se juega!
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