Que el yoga es bueno para nuestra salud no es nada nuevo. Tanto es así que el año pasado la Organización de las Naciones Unidas declaró el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga.
Esta disciplina, cuyas raíces ahondan en la cultura hindú, se centra en fortalecer y cultivar la unión entre cuerpo, la mente y espíritu. Uno de los pilares en los que se basa el yoga es en repetir determinadas posturas o “asanas”, que se realizan de forma fluida, una detrás de otra, coordinándolas con una correcta respiración.
El yoga aporta unos beneficios extraordinarios a cuerpo y mente: tonificación muscular, manejo de las situaciones de estrés o de ansiedad, recuperación de lesiones, dolores de espalda, problemas hormonales, etc. Además se puede practicar a cualquier edad, si bien para obtener los mejores resultados se debe practicar de una forma constante.
A pesar de los mitosque hay sobre el yoga, es preciso aclarar que no tiene tintes religiosos y que no es una práctica desconectada de nuestro día a día. El yoga nos ayuda a afrontar la realidad y los problemas cotidianos de una forma más sosegada y controlada.
Es fundamental que la práctica esté guiada por profesores certificados que garanticen una enseñanza responsable. Adicionalmente, el estudiante debe contar con el aval de su médico, en caso de padecer alguna enfermedad o condición física especial, misma que debe informar a su maestro.
En definitiva, si no has practicado nunca yoga, ¿a qué esperas? ¡Qué mejor que este domingo 21, Día Internacional del Yoga, para iniciarte en esta práctica milenaria.
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