Según los últimos datos con los que cuenta la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA), cerca de nueve millones de viviendas en nuestro país no disponen de un seguro de hogar en vigor, lo que supone que alrededor de un 30% del parque total de viviendas se encuentra totalmente desprotegido ante cualquier siniestro que afecte a la estructura, elementos materiales y aquellas pertenencias que se encuentren en su interior. Esto sin entrar a valorar un porcentaje más o menos similar de hogares que, si bien disponen de una póliza de seguros, no refleja fielmente las características de la misma o los bienes que se encuentran efectivamente dentro de ellas (infraseguro).
En este sentido es preciso destacar que, a diferencia de otros estados de la Unión Europea, la contratación de un seguro de hogar no constituye una práctica obligatoria, a pesar de los riesgos que supone no solo para sus inquilinos, sino también para aquellas terceras personas que puedan verse afectadas por un siniestro sin la existencia de protección, y del que debería responsabilizarse civilmente la persona propietaria de la vivienda ‘desprotegida’, como es el caso de afectaciones causadas en las viviendas colindantes por un recalo o como consecuencia de un incendio de mayor o menor magnitud.
Ante esta situación anómala, debemos ser conscientes de que la adquisición de una vivienda constituye la principal fuente de gasto de la práctica totalidad de familias españolas, además de ser el lugar donde desarrollamos gran parte de nuestra vida y donde contamos con la mayor parte de nuestro patrimonio personal. Por eso no deja de ser una temeridad arriesgar todos estos elementos por el hecho de ahorrarnos la contratación de una póliza de seguros multirriesgo, de carácter anual, que suele tener una cuantía inferior a cualquiera de las reparaciones a las que estaremos expuestos ante su inexistencia.
Por ello, tanto en el caso de que dispongas de un seguro de hogar en vigor como en el supuesto de que no cuentes con él, te ofrecemos a continuación una serie de recomendaciones útiles a considerar en su proceso de contratación o renovación, dirigidas a ajustar la póliza contratada a tus necesidades reales y, en la medida de lo posible, al ahorro en la cuantía final del mismo, evitando duplicidades y cláusulas accesorias:
· Infórmate detalladamente de las distintas tipologías de cobertura que ofrece cada seguro, en cuanto al continente (el hogar propiamente dicho) y el contenido(los distintos bienes que se encuentran en su interior y pretendemos asegurar).
Estos dos conceptos determinarán el coste final de la prima del seguro, si bien deberás tener en cuenta la existencia o no de intereses, comisiones o impuestos adicionales.
· Es muy recomendable la realización de un inventario orientativo previo de los bienes contenidos en el interior de tu hogar, con objeto de ajustar lo más posible el valor del contenido al patrimonio personal que realmente se encuentra dentro de tu vivienda.
· Presta especial atención a las condiciones particulares de la póliza, que será en donde se recoja, de forma específica, el verdadero alcance de protección sobre cada uno de los elementos asegurados.
· Analiza con detenimiento aspectos de la póliza relativos a las coberturas reales, como la cobertura de robo en caso de que estemos dentro de la vivienda o no, la cobertura de daños estéticos, la protección ante daños eléctricos o la existencia de garantías complementarias, como asistencia informática o telefónica.
· Asegúrate de lo que implican distintas terminologías específicas del contrato, como pueden ser ‘joyas’ u ‘objetos de valor especial’, ya que puede diferir nuestra interpretación de la realizada por la compañía aseguradora.
· En la medida en que nuestra vivienda presente medidas de seguridad propias, como puerta blindada, sistema de alarma, rejas de protección, cámaras de seguridad, caja fuerte, etc. podremos obtener bonificaciones o descuentos en la prima de la póliza.
· Comprueba que no existan duplicidades con otras pólizas de seguros contratadas, como puede ser la de nuestra comunidad de vecinos. En caso de que esto suceda será preferible eliminar dicha cobertura de nuestro seguro, evitando gastos innecesarios.
· Plantéate la unificación de esta póliza con otras ya contratadas, lo que nos dará opción a descuentos especiales por el conjunto asegurado.
Más allá de todos los consejos ofrecidos anteriormente, te aconsejamos que, previamente a la firma definitiva de la póliza de seguro de hogar, realices todas las consultas que consideres oportunas, para poder elegir así el seguro que más se ajusta a tus necesidades personales y patrimoniales.
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