La solicitud y concesión de subvenciones públicas al emprendimiento pueden suponer una fuente de ingresos adicionales muy atractiva para la estabilidad económica y financiera de las trabajadoras y trabajadores autónomos. Estas ayudas están destinadas a diferentes colectivos que presentan, a priori, mayores dificultades para su inserción laboral, con objeto de contribuir positivamente al desarrollo de su trayectoria profesional por cuenta propia.
Si bien en estos últimos años se ha podido observar una reducción generalizada en el volumen de subvenciones públicas ofrecidas por las diferentes administraciones a nivel estatal, autonómico y local, como consecuencia de la coyuntura económica de crisis en la que estamos inmersos, aún persisten diferentes convocatorias y programas de carácter específico para la creación de un nuevo negocio. Estas ayudas están relacionadas, fundamentalmente, con el apoyo a la inversión en inmovilizado, las ayudas para la modernización tecnológica de autónomos y pymes o el fomento de la formación y el reciclaje de competencias.
En relación a estas convocatorias y programas de subvenciones vigentes en la actualidad, es preciso recordar que la solicitud y aprobación de subvenciones debe ser considerada como una fuente adicional de ingresos, de gran ayuda en caso de que se formalice su concesión efectiva pero que, en modo alguno, debe tomarse como condicionante esencial para la supervivencia de nuestro proyecto de autoempleo, por muy diversas razones:
- Debemos ser plenamente conscientes de que nuestra idea de negocio ha de ser rentable por sí sola, sin estar sujeta a la posible aprobación de subvenciones públicas, ya que en caso contrario será mejor replantearnos su puesta en práctica.
- A pesar de que las subvenciones suelen ser muy estrictas en el cumplimiento de los plazos de presentación, las distintas administraciones públicas cuentan con plazos bastante amplios para su resolución y desembolso económico, lo que puede demorar el tiempo de cobro efectivo de la misma mucho más allá de lo esperado inicialmente.
- Además, la práctica totalidad de subvenciones públicas disponen de unos requisitos de desempeño con un alto nivel de exigencia, tanto para su concesión como en cuanto al desarrollo posterior de nuestra actividad, pudiendo dar lugar a reclamaciones de devolución total o parcial en el futuro.
Por ello, creemos que es de gran utilidad realizar un breve resumen de los aspectos a considerar en el proceso de presentación y formalización de solicitudes para la concesión de subvenciones públicas, con objeto de aumentar, de este modo, las posibilidades de obtener una notificación de conformidad, optimizando así tus esfuerzos administrativos como trabajador autónomo.
Para comenzar deberemos llevar a cabo un análisis exhaustivo de las condiciones de concesión establecidas en la normativa de publicación de la convocatoria, relacionadas normalmente con la presentación de elementos tales como la documentación legal de constitución de nuestra entidad, la información contable de ejercicios anteriores (si existiese) o el desarrollo específico de una memoria técnica en la que se refleje el destino de los fondos obtenidos en dicha convocatoria.
En este sentido, será de gran ayuda que tengamos perfectamente organizada toda nuestra documentación legal, así como con un documento que refleje nuestro plan de negocio a tres o cinco años, que nos podrá servir para diferentes solicitudes en el futuro.
Por otro lado, el optimismo es un elemento de gran valor para la puesta en práctica de nuestro propio negocio, pero deberá estar siempre acompañado de unas adecuadas dosis de pragmatismo.
Las subvenciones públicas vienen determinadas por una serie de criterios de concesión altamente objetivos, para favorecer la evaluación de las distintas solicitudes de la forma más neutral posible. Por ello, si desde un principio consideramos que no cumplimos las condiciones de concesión reflejadas en la convocatoria, deberemos sopesar el ahorro de trabajo y recursos, y renunciar a moldear la información a nuestro antojo para conseguir que se adapte a lo que nosotros desearíamos que reflejase, ya que en todos los casos, salvo alguna sorpresa inesperada, nuestro esfuerzo será inútil.
Para finalizar, deberemos ser estrictamente respetuosos con el plazo de presentación de programas, licitaciones y convocatorias públicas, a través de una planificación temporal que garantice su registro dentro de los límites temporales establecidos, ya que, aunque seamos plenamente merecedores de dicha subvención, las administraciones públicas son, como no podría ser de otra manera, totalmente inflexible en cuanto a aquellas solicitudes que se pretenden entregar fuera del plazo establecido legalmente.
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